jueves, 24 de septiembre de 2009

Mi experiencia en el Sector Público: El lado bueno

Trabajar en el sector público tiene muchas gratificaciones profesionales, pero tambien muchos sinsabores.
En efecto, a lo largo de casi 11 años de trabajar en diferentes posiciones de dirección desde el año 1995, que ingresé al sector público como Gerente de Finanzas e Inversiones de la recién creada ONP y posteriormente como Gerente Central de Finanzas del IPSS, Gerente General de OSITRAN, CONASEV y la Caja de Pensiones Militar y Policial (CPMP), Director del Banco de Comercio y por último Director General de Aeronáutica Civil y Vice Ministro de Transportes en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones hasta enero del presente año, he obtenido importantes logros que me han dado muchas gratificaciones personales. Para muestra algunos botones: en mi paso por la ONP y el IPSS se administraron fondos por mas de 700 millones de dólares, obteniendose rentabilidades superiores a los obtenidas por las AFPs; en el IPSS se puso en operación un sistema de gestión presupuestal que permitía por primera vez asignar un presupuesto a cada unidad hospitalaria en función a metas fijadas previamente, igualmente se implementó un sistema integrado de gestión (SAP) en las áreas de contabilidad, tesorería y presupuesto y por primera vez se obtuvieron estados financieros auditados por una empresa de prestigio internacional (PWC). En OSITRAN participé en la implementación desde sus inicios de la institución, elaborando todos los reglamentos y plan estratégico para su funcionamiento. En CONASEV se modificaron diferentes normas del Mercado de Valores para facilitar el acceso y la transparencia del mercado de capitales, así como se implementó un sistema de administración documentaria, interna y externa, via internet, que permitió agilizar significativamente los trámites de los administrados. En la CPMP se implementó una estrategia de saneamiento y reconversión de activos no financieros a activos financieros que permitieron reenfocar las actividades de la CPMP en su función principal: administrar fondos de pensiones. Gracias a esto se redujeron de manera significativa los gastos operativos y se incrementó la rentabilidad del fondo. Paralelamente se plantearon alternativas de solución al problema de fondo del sistema de pensiones militar policial, quebrado técnicamente debido a la insuficiencia de la tasa de aporte y por la pésima administración de los fondos en la década de los año 90. Asímismo participé en el Directorio del Banco de Comercio en el proceso de fortalecimiento del Banco, que permitió mejorar todos sus indicadores operativos y financieros y obtener una mejora sustancial de su clasificación de riesgo (de C a B+). Por último en mi paso por el Ministerio de Transportes, primero como Director de la DGAC, se diseñó una reorganización de la Dirección que permitió una mejora sustancial en la vigilancia de la seguridad aérea y en los procesos de certificación de las empresas aeronaúticas. Consecuencia de esto es que desde el 2006 no se ha producido ningún accidente fatal en la aviacion comercial. Finalmente como Vice Ministro de Transportes se concretaron importantes concesiones de carreteras (Tramos 1 y 5 de la Interoceánica y la Autopista del Sol de Pativilca a Trujillo), así como se dejó lista la concesión del Puerto de Paita y se presentó una iniciativa privada para el desarrollo integral del puerto del Callao, que permitirá de ser aprobada, convertir a nuestro primer puerto en el principal de la Costa del Pacífico de Sudamérica. Por otro lado, en lo que se refiere a obras públicas, en los dos años de gestión de la Ministra Zavala, se concretó la construcción de importantes obras públicas, reflejadas en el mayor porcentaje de ejecución presupuestal de inversiones del sector público.
Sin embargo, todas las satisfacciones profesionales que se pueden obtener se ven opacadas o anuladas como consecuencia de las arbitrariedades que cometen tanto los órganos de control del sector público, sea por ineficiencia, obsecuencia o dejarse usar por el poder político de turno para venganzas políticas, como por el ataque injustificado y artero de personas, empresas o instituciones que se sienten afectadas por las decisiones técnicas tomadas o que defienden intereses mercantilistas de sus representados. Pero esto último será tema de mi próximo comentario.